viernes, 5 de junio de 2009

Ordem e Progreso

¡Buenas noches búhos!

Sé que la hora a la que escribo hoy, es totalmente fuera de lugar. Pero veréis, todo tiene su explicación.
Como os he dicho, estamos en periodo de exámenes, y los horarios en estas fechas, se confunden y consiguen desorientarme. Hoy, y debido a este fenómeno temporal, he dormido la siesta durante más tiempo del debido, y fruto de eso, no me puedo dormir.
Al no poder dormir, me siento delante de mi ordenador y me dispongo a contaros algo anecdótico que calme mi ansia y me permita acostarme y cumplir la función general y primaria que debe de gestionar mi colchón. Es decir: DORMIR.

¿Qué tengo preparado hoy? ¡Fuf! La verdad, hay muchas cosas de las que me gustaría hablaros. Pero se me ocurre una de ellas que me sucedió no hace mucho. Os cuento:

Estaba en mi habitación (humilde habítaculo estudiantil de unos 4m de largo x 2,5m de ancho) y me di cuenta de que no me sentía agusto.
Llevaba tiempo pensando en reorganizar la habitación, cambiar las cosas de lugar y demás, pero nunca veía el momento. No sé si os pasa a vosotros, pero el hecho de cambiar las cosas de lugar dentro de un mismo sitio, hace que éste parezca distinto, y motive la permanencia o estancia en él.
Pues el martes pasado me decidí a hacerlo. No es que cambiara las cosas de sitio, pero lo que había, lo reorganicé. Lo ordené.

Estuve cerca de una hora y media reordenando todos los complementos de la habitación, y lo dejé todo de una manera que me parecía lo más correcta y ordenada posible. De hecho, cuando acabé, me sentí orgulloso de veras. Mi habitación parecía nueva. La limpié por todos sitios, hasta los más recónditos. Escudriñe cada esquina y recodo de la habitación y lo aproveché para ubicar en ellos las cosas que debían de ocupar dichos sitios. En fin, que lo puse todo a mi manera, pero ordenadamente.


¡Que agusto vivo! ¡Sí! Parece mentira, ¡que sencillo era! ¡Podría haberlo hecho antes!
Ahora resulta que me siento mucho mejor, parece que haya puesto orden a mi vida. Ahora llevo de nuevo un horario de estudio, un horario de alimentación, una constancia en mi ejercicio físico, nosé... ¡cuantás cosas escondía el ordenar mi cuarto!

Por cierto, no os vayais a pensar que antes era un desordenado, ni mucho menos. De hecho la gente que visita el piso y ve las habitaciones, me felicita por el orden que mantengo (es por la situación de ser estudiante y vivir con seres semejantes, etc.).

El caso es, que me siento mucho mejor, que este pequeño hecho me ha cambiado muchas cosas. Hace que me sienta mejor dentro de mi habitación, y que pase más tiempo en ella, ya que no me queda más remedio en esta época de exámenes y demás.

Bueno, sólo quería compartir con vosotros esta pequeña azaña de mi vida. Pero, ya os digo, ¡ha sido todo un acotencimiento! A raíz del orden en mi cuarto, he conseguido, concentrarme más, estar más presente en lo que tengo que estar e incluso centrarme mucho más durante el estudio. ¡Vamos, que lo voy a hacer más a menudo!

No os engaño, no me ha pagado la asociacion de madres de casa para que intente conveceros de que arregleis vuestros aposentos, pero la verdad, no viene mal un poco de orden en nuestras vidas, que aunque no queramos, es lo mejor para llevar correctamente la cantidad de cosas que tenemos que hacer. Una vida sana, es una vida ordenada.

Un saludo búhos, ¡hasta el lunes!

P.D.: La Banda sonora de eL descafeinado saldrá en breve, bajo la votación que salió en los comentarios. No he dicho nada hoy, porque quiero dejarlo abierto un tiempo más por si alguien se animara a continuar con esto. Si no, en la próxima entrada, valoraremos cuál debe de ser entre las elegidas.

Miguel Martí. eL descafeinado de meDia nochE

7 comentarios:

Hugo dijo...

Resulta muy curioso, nunca se me hubiese ocurrido que el mero hecho de ordenar la habitaciòn, pudiera reportarle a alguien tanto bienestar como manifiestas, enhorabuena y aprendete la lecciòn para en ocasiones posteriores, poner remedio antes.Saludos MaIk y suerte en los exàmenes

Antonio dijo...

A mi no me extraña tanto, la causa-- efecto, es algo que todos hemos podido comprobar en alguna ocasion.El hecho de limpiar y tirar multitud de cosas que vas acumulando a lo largo de los años sin saber bien para que, tambien me hizo a mi personalmente un gran bien me deshice de chorradas que dices , esto tengo que tirarlo, pero pasa el tiempo y no lo haces, al revès acumulas màs, y un buen dia dices fuera y cuando lo has hecho parece que te encuentras como màs predispuesto a hacer lo mismo pero con actitudes de tu personalidad que sabes que te estorban y nunca encuentras momento para el cambio, Miguel te comprendo, saludos buhos

Anónimo dijo...

Estoy convencido que al menos en mi caso y en el de gente que conozco bien, el hecho de almacenar(lo que sea) es màs un medio impedimento que una necesidad, las màs de las veces es que ni recordamos lo que tenemos guardado, a veces te encuentras verdaderas joyas, pero a lo que ibamos,no sabemos lo que tenemos y no podemos dar un paso en nuestra casa, hay que limpiar buhos, eso las màs de las veces es lastre que nos impide volar a otros derroteros, esos de los que provienen las cosas que guardamos ya los conocemos y no conducen a ninguna parte.

Sempronio dijo...

Hola Miguel, buenos dias en la mañana del sàbado, despues de leer el comentario del jueves, me atrevo a pensar que todo lo que dices de un nuevo orden,horario de estudio,de alimentaciòn, gimnasio,etc, es algo que ya tenias decidido de antemano y te faltaba materializarlo, como la chispa que enciende la traca, pero que que en si mismo no creo que poner orden a los dominios de alguien(habitaciòn) dè para cambios tan radicales, pero en fin cada uno es un mundo y si a ti te ha funcionado magnifico, lo importante yo creo no es la causa que origina sino el efecto producido.Saludos buhos

Anónimo dijo...

Hace pocos años, sufri una especie de trastorno que no era sindrome de Diogenes, pero tenia cierta similitud, en cuanto que recogia cosas de la calle que no me servian absolutamente para nada, solo porque me recordaban algo, mis padres afortunadamente se dieron cuenta del problema y rapidamente buscaron soluciòn con una psicologa, cuyo tratamiento me vino estupendamente hasta conseguir que me liberase de esa mania.De toda esa etapa de mi vida quedò una aversiòn a recoger y mucho menos acumular nada, pero no solamente en el aspecto fisico, sino tambien en el interno mi actitud se hizo desde entonces muy pragmatica, demasiado a veces,me refiero a recuerdos, nostalgias, evocaciones etc, no alimento nada que no sea ùtil para mi persona, para lo que yo entiendo un correcto desarrollo, las dudas es algo esporadico, no me doy muchas ocasiones para que se desarrollen, es muy sencillo, "es ùtil si, adelante, no ,fuera", no tengo màs ganas de volver a lejanos tiempos.

Miguel M.E. dijo...

Para que veais, jeje. ¿Quién diria que daba para tanto hablar de ordenar tu habitación?

Bueno bueno, gracias por compartir vuestras historias, pasados, y opiniones con nosotros.
Inspira confianza el lugar, y además, en referencia al último anónimo, se agradece mucho tu contribución y esperamos seguir leyendote por aquí.
Al resto, ya sabeis, un placer.

Hasta la noche!

Anónimo dijo...

Yo pienso que el orden es algo muy subjetivo, en cuanto atañe a una sola persona, es decir yo por ejemplo tengo mi mesa de trabajo hecha unos zorros para cualquiera, sin embargo yo sè exactamente donde està aquello que puedo necesitar, no pierdo tiempo, lo encuentro porque es mi orden,evidentemente eso ya no resultaria si la mesa perteneciera a varias personas, pues entonces menudo guirigay, unos amigos me lo dicen otros no, pero no hace falta ser adivino, para darme cuenta de lo que piensan cuando vienen a casa, lo dicho yo me apaño, no me hace falta tener las cosas tan exactas que no sobresalen dos mm. del montòn.