jueves, 25 de febrero de 2010

Con pies de barro

Me conmueve.

Los humanos nos afanamos en crear mitos y dioses con pies de barro. Idolatramos a todo aquello que posee la capacidad de generar una respuesta por pequeña que sea a nuestra conocida e íntima inseguridad.

Las personas emitimos a diario y con cada acto que hacemos una serie de mensajes que se transforman en percepciones. De hecho cada cual es, porque existe y significa algo para los demás.

El problema viene cuando esa emisión se desvanece. Parece que aquel al que hemos considerado un loco aventurero por su arriesgada forma de tomarse la vida alegremente, se convierte en humano.

Y se convierte en humano porque como el resto de los mortales es capaz de desfallecer y rendirse ante un momento de flaqueza y soledad.

Nos empeñamos en idolatrar y creer en aquellas personas que no parecen ser humanas. Que con su fuerza consiguen engañar y vencer al hastío y la apatía, a la infelicidad, a la soledad y al dolor.

Todos somos humanos. Ninguna virtud me diferencia del resto de los mortales. Solo sirve creer en aquello que quise hacer de mí.

¿Qué texto tan raro verdad? Seguro que alguna vez habéis sentido como se os viene encima todo e impotentes sólo queréis que os aplaste lo antes posible para volver a levantaros.
Son días difíciles pero esperanzadores, porque si consigo levantarme de esto, que estoy seguro que podré, habré confirmado que mis pies no son de barro.

No he tenido un buen día. Ni una buena semana. Pero tengo mucha esperanza, pues seguro que acaba muchísimo mejor de lo que ha empezado todo.

Un saludo búhos!!

Miguel M.E. eL descafeinado de meDia nochE

lunes, 22 de febrero de 2010

Tener que esperar

¡Buenas noches búhos/as!

¿Por qué los regalos nunca vienen con todo lo necesario para empezar a utilizarlos?

Parece una tontería, pero pensarlo bien.
No creo que sea el único que de pequeñito recibió un regalo por reyes o por un cumpleaños y quiso empezar a utilizarlo en ese mismo momento, pero no pudo.

Resulta que al coche teledirigido que me trajeron los reyes le faltaban pilas de las gordas para funcionar, y estas no venían con el regalo. ¡Vaya fraude!
Pero da igual porque tu te empeñas en buscarlas por donde sea y después de buscar en todos los mandos, radios y aparatos de toda clase ese tipo de pilas, te das cuenta que no tienes suficientes.
¡Joder que fastidio!

Pero no pasa nada, haces a tu padre recorrer quioscos, tiendas y gasolineras para encontrar esas pilas pero... ¡Es domingo! ¡No hay nada abierto!


Así que la desesperación se apodera de ti y por un momento desistes en el intento de disfrutar de tu fantástico y anhelado coche teledirigido.
Seguidamente, viene el clásico consuelo del padre/madre: "no te preocupes, si tendrás toda la semana para disfrutarlo".

¡Pero es que resulta que al día siguiente tienes que ir al colegio! ¡Y no puedes! Así que la semana pasa lenta, muy lenta, hasta que llega el viernes por la tarde o sábado por la mañana que por fin disfrutarás de tu regalo.

Y no hablemos de cuando por fin tus padres te han regalado esa fantástica bicicleta que estás deseando durante meses.
¡Resulta que te la regalan el único día del mes que se pone a llover! Es que tiene narices... Te quedas con la bicicleta dentro de tu casa, mirándola... y rogando a tu padre que te deje ir aunque fuera esté cayendo el diluvio universal, ¡pero no! No lo consigues.
Lo peor es que también suele coincidir un domingo por la mañana, o en el mejor de los casos es sábado por la mañana, pero el domingo también llueve.

Desde luego, esta puede ser una de las esperas más largas de tu vida, y que te enseñarán a ser paciente en tu vida, pues existen semejanzas en el mundo de los adultos, como por ejemplo...
Que empezarás a trabajar y no cobrarás hasta pasados 30 días, y cuando sea el día de cobrar, la nómina se ingresará en tu cuenta dos días más tarde porque la transferencia entre bancos tarda como mínimo 48h...

Por no hablar de comparte un coche, que tienes que esperar a que te lo matriculen, te aprueben el seguro, lo des de alta en tráfico y entre la compra y el disfrute pasan como... 5 o 6 días mínimo.
Y seguro que si me pongo a buscar... saldrían mil coincidencias que te hacen esperar.

Pero como dijo: "Eduard Punset" en una conferencia, la verdadera felicidad está en la antesala de la misma, es decir, en el deseo y la espera de la felicidad en sí misma.
Porque no nos engañemos... el coche teledirigido y la bici tuvieron vigencia las siguientes tres semanas... después... se convierte en un regalo más.
Así que disfrutar del deseo previo. Pues ahí está la esencia de la felicidad.

¡Un saludo búhos/as! ¡Hasta el... miércoles!



Miguel M.E. eL descafeinado de meDia nochE

lunes, 15 de febrero de 2010

Se despide un genio

¿Os he dicho alguna vez que mi padre es un gran lector?
Pues sí. Devora textos constantemente y eso es algo que lo convierte en una persona muy preparada y conocedora de muchas cosas.

Supongo que por aquella razón, decidió dejarme como legado hace 7 años una hoja de papel. Le estaré eternamente agradecido porque aquella hoja de papel contenía lo que para mí significa el sentido más profundo de la vida y que hoy quiero compartir con vosotros.

El texto, es un extracto de una obra de Gabriel García Márquez y que dice así:

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera.
Posiblemente me diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

A los hombre les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

También he aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Así que te digo, que si supiera que éstos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte: cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no lo está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos."

He tenido que suprimir algunos fragmentos, pero en esencia es lo que nos quiso transmitir Gabriel García Márquez cuando se enteró que padecía una enfermedad mortal y quiso despedirse de los suyos.

Sin duda, es uno de mis legados más preciados. Aún conservo la hoja original que me dieron y que siempre llevo conmigo.

Nada más búhos/as, ¡un saludo y hasta el jueves!
¡Feliz Semana!




Miguel M.E. eL descafeinado de meDia nochE

lunes, 8 de febrero de 2010

Si ellos hablaran

¡Buenas tardes búhos/as!

¿Habéis escuchado alguna vez aquello de: "las paredes oyen"?
Curioso, ¿verdad? Seguramente tendrían muchas cosas que contarnos.

Veréis, andaba paseando por un parque cercano a casa con un compañero. Estábamos inmersos en una conversación apasionante sobre cuál puede ser el color más feo para un coche, y visto que no llegábamos a una conclusión tuvimos que sentarnos en uno de los bancos de aquel parque para acabar con el dilema.

Después de unos 15 minutos, conseguimos llegar a un acuerdo y los dos nos quedamos callados mirando el "civilizado" horizonte. En medio de una arteria principal de la ciudad como la que nos encontrábamos se agradece tener un parque donde poder respirar con tus amigos/as. La verdad, es que ésto me dio mucho que pensar.

¿Cuántas conversaciones se habrán hecho en este banco?


Si si, pensarlo bien. La gilipollez puede resultar enorme, pero simpática. Un banco de un parque situado en una situación de mucho tráfico donde la gente va a respirar y relajarse, ¿cuánta gente al día puede sentarse en él?

¿Y cuántas cosas sabrá ese banco?
Posiblemente haya sido testigo de un primer beso, de un desamor, de una reconciliación, de un botellón, o porqué no, de una absurda conversación.
¿Os imagináis que hablara? Sería un auténtico reclamo para tan distinguido y curioso público español.

Lo que está claro es que estos bancos, tienen una cosa muy en común:

Bancos + pipas + amigos/as = combinación perfecta para pasar la tarde.

Es una lástima que muchos se pierdan estos ratos para dedicárselos a una pantalla hora tras hora. En fin, los que lo hemos probado sabemos que era una satisfacción volver a casa después de pasar 2 horas tranquilamente riéndote con los amigos en un banco, simplemente.
Sin duda estas situaciones también son síntoma de buen tiempo, y porqué no, de alegría.

Hacer la prueba, volver a ir a un parque con un par de amigos/as, una bolsa de pipas, y mil tontería que contaros. Es reconfortante.

¡Un saludo búhos/as!



Miguel M.E. eL descafeinado de meDia nochE

miércoles, 3 de febrero de 2010

Cuestión de perspectiva

1, 2, 3 ... Hola búhos/as.

Buenos días. Perdonarme por el prolongado retraso, pero estoy ahora mismo en plenos exámenes, inmerso en un mundo DIN-A4 y bastante hasta las narices, pero animado porque posiblemente sean los últimos de esta carrera.

El caso, y sin venir a cuento, es que me he llevado una gratificante sorpresa al saber que hay más búhos siguiendo eL descafeinado que nunca. Lo dicen las estadísticas y mi impresión personal, de verdad.

Ayer mismo, me reencontré con una persona en la universidad, que me dijo: ¿¡Ya esta bien no!? ¡Actualiza ya! jajaja, increíble. El caso es que me alegra poder compartir mis textos, experiencias y la de todos vosotros con tan buena gente, porque de verdad, lo mejor de este sitio son sus visitantes.

Hoy, quería comentar una pequeña historia que he encontrado mientras me distraía un poco de los apuntes. Ahí va:

Imaginaos, que tenéis que comprar o alquilar un piso. Encontráis dos pisos prácticamente iguales y del mismo precio y da la casualidad de que están en la misma calle. De hecho están situados uno justo enfrente del otro. La única diferencia es en que uno tiene una fachada tirando a fea y el otro tiene una fachada maravillosa, perfecta, con el número justo de adornos, cenefas y repisas.

¿Con cuál de los dos pisos os quedaríais?

La gente suele contestar que con el piso de la fachada bonita. Si vale lo mismo y es prácticamente igual todo parece indicar que es la opción correcta, ¿no? Pues yo creo que no y os voy a explicar porqué:

Si nos quedamos con el piso de la fachada bonita, lo que veremos por la ventana será la fachada fea. De hecho, nos la tendremos que comer con patatas durante muchas años. En cambio si nos quedamos con el piso de la fachada fea, lo que veremos cada día de nuestras vidas al levantarnos será una fachada maravillosa.

¿Curioso? Bueno, que cada cual extraiga sus conclusiones.

Así, que os dejo aquí con esta peripecia de la razón para que reflexionéis durante dos segundo, ¡Y yo me vuelvo a mis folios!

¡Un saludo a todos/as! ¡Hasta la próxima!
P.D.: El relato está extraído de un fragmento del blog de Rafel Barceló.


Miguel M.E. eL descafeinado de meDia nochE