lunes, 10 de enero de 2011

REal y ¿dad?

¿Cuanto tiempo tengo que aguantarlo?

No soporto tener que verte solo de vez en cuando. No aguanto ver como te vas. No quiero recordar como me despedí.

Recuerdo cuando estaba todos los días a tu lado, cuando te llamaba y contestabas, cuando escribía y me leías. Añoro cada noche en la que eras lo último que veía y lo primero con lo que amanecía.
¿Te acuerdas? Tu eras cada metáfora que escribía y te reflejaba en cada verso que intentaba, no tenía miedo a las palabras porque llenabas todo aquello de lo que mi texto hablaba.

Ahora tengo que soñar cada noche con dejar de soñar. De hecho sueño cada noche contigo y me prometo no volver hacerlo al despertar. Sueño con recuperar todo aquello que un día hizo de mí la persona más especial y sobre todo sueño con recuperar aquello que me dijo que nunca me iba a fallar. Por eso he decido rezar al acostar, porque me gustaría que cuando me levantara todo fuera de verdad.

La vida me regala momentos, pero no quiero momentos. Los momentos dejan tras de sí un repertorio de lamentos, porque un momento no deja de ser tan solo eso, un momento.

No puedo seguir soñando, tengo que hacerme a la idea que la vida me castiga a 16 horas de realidad, cuando yo lo único que quiero es no dejarte escapar, y esta vez lo prometo, no te voy a dejar.

Porque te juro que esto va a ser realidad.

Miguel M.E. eL descafeinado de meDia nochE