lunes, 8 de febrero de 2010

Si ellos hablaran

¡Buenas tardes búhos/as!

¿Habéis escuchado alguna vez aquello de: "las paredes oyen"?
Curioso, ¿verdad? Seguramente tendrían muchas cosas que contarnos.

Veréis, andaba paseando por un parque cercano a casa con un compañero. Estábamos inmersos en una conversación apasionante sobre cuál puede ser el color más feo para un coche, y visto que no llegábamos a una conclusión tuvimos que sentarnos en uno de los bancos de aquel parque para acabar con el dilema.

Después de unos 15 minutos, conseguimos llegar a un acuerdo y los dos nos quedamos callados mirando el "civilizado" horizonte. En medio de una arteria principal de la ciudad como la que nos encontrábamos se agradece tener un parque donde poder respirar con tus amigos/as. La verdad, es que ésto me dio mucho que pensar.

¿Cuántas conversaciones se habrán hecho en este banco?


Si si, pensarlo bien. La gilipollez puede resultar enorme, pero simpática. Un banco de un parque situado en una situación de mucho tráfico donde la gente va a respirar y relajarse, ¿cuánta gente al día puede sentarse en él?

¿Y cuántas cosas sabrá ese banco?
Posiblemente haya sido testigo de un primer beso, de un desamor, de una reconciliación, de un botellón, o porqué no, de una absurda conversación.
¿Os imagináis que hablara? Sería un auténtico reclamo para tan distinguido y curioso público español.

Lo que está claro es que estos bancos, tienen una cosa muy en común:

Bancos + pipas + amigos/as = combinación perfecta para pasar la tarde.

Es una lástima que muchos se pierdan estos ratos para dedicárselos a una pantalla hora tras hora. En fin, los que lo hemos probado sabemos que era una satisfacción volver a casa después de pasar 2 horas tranquilamente riéndote con los amigos en un banco, simplemente.
Sin duda estas situaciones también son síntoma de buen tiempo, y porqué no, de alegría.

Hacer la prueba, volver a ir a un parque con un par de amigos/as, una bolsa de pipas, y mil tontería que contaros. Es reconfortante.

¡Un saludo búhos/as!



Miguel M.E. eL descafeinado de meDia nochE

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Efectivamente no solo los bancos sino las butacas de los cines, los paseos de nuestras ciudades, tienen una experiencia de la que no hablaran nunca, generaciones y generaciones antes de nosotros han VIVIDO asi en el màs amplio sentido de la palabra, yo tambien he tenido ese pensamiento màs de una vez y me atreveria a decirte que no somos los ùnicos ni mucho menos

Ana dijo...

Este verano acompañè a mi hermana, a la facultad donde iba a comenzar el curso, la misma a la que asistì años atràs, sin poder remediarlo y con gran nostalgia me dì un paseo por las aulas, laboratorios y efectivamente todo me hablaba, los compañeros, profesores, los temores, las alegrias , cerraba los ojos y me veia otra vez ahi.Hoy me encuentro bien en mi trabajo, pero dejarme llevar por la nostalgia durante un rato fue estupendo.

Anónimo dijo...

Yo no veo gilipollez alguna en sentarse en un banco y si se puede dejar volar la imaginaciòn, màs bien diria que los gilip... son aquellos que por h o por b no desconectan nunca ni se atreven a soñar.Vamos a ver hombre, ¿a quien no se le ha ido alguna vez volando la imaginaciòn al oir una canciòn, oler un perfume, oir que se yo algo que ocurriò hace tiempo? si contestais que yo no, estais de màs en este bendito mundo.Chao buhos y no os dè miedo soñar

Obama dijo...

Eso que comentas deberia ser algo banal y cotidiano y sin embargo que pocas veces nos ponemos en situaciòn de disfrutar de ello.Somos la generaciòn ocupada, por trabajo, asistiendo a cursos, en esto y en aquello, de tal forma que eso que comentas es casi casi una utopia, disfrutar de no hacer nada, de ver pasar el tiempo, aunque sea una vez a la semana¿pero que dices Miguel, estàs loco?, que barbaridad comportarnos de cuando en cuando como niños,Jesùs que disparate, haztelo ver, asi no vas bien

Ramòn dijo...

El mundo necesita y cada vez de "tonterias" como tu las llamas para no morir de seriedad y aburrimiento

Ricardo dijo...

Di que si MaIk que ese es el tipo de pequeñas-grandes cosas, que al disfrutarlas, nos separan de ese otro tipo de gente que nunca tiene tiempo para nada y que en la mayoria de los casos por no decir en todos, son autènticos desgraciados.

Anónimo dijo...

La verdad, no sè de donde saca alguna gente el tiempo para perderlo de esa forma, a mi me faltan horas para llevar adelante mi trabajo y mi vida particular y me cuesta entender, que pueda sentarse alguien alegremente al sol, aun1que puede ser tambien que no sepa organizarme, pero lo dudo

Hugo dijo...

Tengo por norma no hacer juicios de valor sobre las personas, pero el derecho a opinar no me lo quita nadie, sobre el ùltimo comentario anònimo, he de decir que no acaban de gustarme las personas cuya mirada en la vida va dirigida en exclusiva al trabajo, serà meritorio laboralmente pero no inspiran cercania, ni armonia.