martes, 31 de marzo de 2009

Una Buena Leccion

¡Buenas noches búhos!

¡Qué rápido pasa el tiempo eh! Parece que hace nada que fue jueves.

Estoy pensando en intentar actualizar el blog 3 veces por semana. Pero todavía lo estoy estudiando, porque se trata de dar tiempo a la opinión y a la reflexión, y estas, a veces se hacen de rogar.
Bueno, si al final decido hacerlo, os lo diré, para que me acompañeis.

El tiempo pasa rápido, sí, es inevitable. Pero pasa más rápido, cuanto más se disfruta. Cuando uno está aburrido, las horas se hacen eternas.
Deberíamos de aprovechar más el tiempo. Y algunos me dirían: ¿Todavía más? ¡Si no he parado en todo el día!
¡Vaya! Seguro que no lo has hecho, pero eso no quita que no lo hayas malgastado.

Hoy, iba de camino al trabajo a las 8:30 de la mañana, acompañado de una intensa e incansable lluvia, y mientras iba en el trayecto en bus se me ocurria algo que contaros:

Imaginaros; iba de pie y apretado entre hombros en el autobús que me lleva al trabajo. Los cristales estaban bastante empañados y la verdad es que la situación era un tanto peculiar. Todos en el autobús estaban callados, nadie decía nada.
Era un conjunto de soledades. Cada uno perdido, ensimismado en sus pensamientos, o en sus tareas. Yo llevaba puesto los cascos con mi música, y me giro y veo a un par de venerables ancianos que no paraban de reirse y comentar entre ellos. Era lo único que se oia.


Yo, haciendo honor a mi estirpe de español curioso, me quito uno de los cascos y empiezo a escuchar la conversación de estos veteranos de la vida.

Hablaban entre ellos de lo que han cambiado las cosas, de lo sólo que se vuelve el hombre entre tanta gente. Decían que se había perdido el compañerismo, la amabilidad, etc... Criticaban a chicos que como yo, llevamos puesta la música y absortos, nos evadimos de cualquier contacto con la gente.

Bueno, en ese momento me he quitado el otro casco, y me reido de mí mismo, he mirado alrededor y he visto como todos a mi lado se sonreian porque estaban escuchando lo mismo que yo. Estaban escuchando como dos ancianetes nos daban de nuevo un repaso y una buena lección a la juventud de ahora.

Y esque los tiempos han cambiado, parece que ahora nos molesta forma parte de algo que no seamos nosotros. De verdad, os lo digo, vivo en una ciudad que ronda el millón de habitantes, y a veces parece que ande solo (exagero, claro).
No, pero de verdad, si el tiempo es oro, tendré que pensar en hacer otra cosa que escuchar siempre las mismas canciones en mi mp3. Tengo dos opciones, o me descargo música nueva al reproductor, o bien pienso en algo distinto para cambiar esto.

Tengo un profesor que dice que la creatividad en la vida, es simplemente escoger un nuevo camino cada día para llegar a tu destino. Así que cuando no llueva, ¡probaré a irme andando al trabajo, ya os contaré!


Cúanto que tendríamos que aprender de los que ya saben...
Aprovechar el tiempo, que si no es oro, son horas...


Miguel Martí. eL descafeinado de meDia nochE

8 comentarios:

Anónimos unidos dijo...

Vaya lo que tendríamos que aprender de nuestros mayores. La verdad que normalmente no sólo la juventud sino todos, vivimos muy dentro de nosotros mismos y muchas veces hacemos caso omiso de nuestro entorno, dejando pasar el tiempo muchas veces sin aprovecharlo.
Y por lo que dices de la soledad en las ciudades, es algo yo creo que antagónico pues a más gente por ciudad, menos contacto entre ella. Un saludo!!

Guzzi dijo...

No puedo remediarlo MaIk, me puedes, casi todos los temas que sacas a debatir son reales , comunes sin historias truculentas y sin darle màs importancia haces que veamos aquello que en la vida diaria està a nuestro lado y la inmensa mayoria de ocasiones ni vemos siquiera, tan ensimismados estamos en nuestro rollo, como te pasaba a ti con los auriculares.Yo pienso que todos los adelantos o mejor casi todos son positivos, pero usados con medida de lo contrario se transforman en cuasi enemigos nuestros sin saberlo, el mundo de los abueletes es màs humano, menos mecanico y visto lo visto creo no van desencaminados.Abur buhos

Antonio dijo...

Resulta paradogico pero es cierto, cuando màs habitantes hay en una ciudad màs impersonal y frio suele ser el trato, existe como una desconfianza dificil de pasar por alto, cuando alguien se acerca a preguntarnos por una calle, la hora o algo sin mayor importancia,instintivamente nos ponemos en guardia eso no es buen sintoma, hay desconfianza, trato de imaginarme como decia Miguel en el autobùs a esas dos personas mayores, pasando de todas esas chorradas y disfrutando de poder conversar un poco como inmunes a esa soledad de la ciudad.Creo que con todo lo que està cayendo, al tener que dejar de consumir determinadas cosas, puede servir como contrapeso a que recuperemos un poco el sentirnos personas un poco màs humanas.

Anónimo dijo...

Esta navidades un grupo de amigos nos reunimos y entre otros saliò a colaciòn el tema del tiempo, hubo para todos los gustos, pero alguien dijo algo que nos impactò a todos aunque en ese momento no quisimos reconocerlo, resulta que cuando la naturaleza està en su pleno apogeo no tenemos ojos màs que para las oposiciones, la hipoteca, etc y cuando de verdad por el paso del tiempo, los golpes de la vida y demàs ,entendemos algo de ella, nadie nos hace ni puñetero caso.Hoy nuestros padres ya se han espabilado y antes del ocaso se ve que se ha corrido la voz y han dicho maricòn el ùltimo y a cualquier hotel que vayas casi en cualquier època del año, està lleno de abueletes.Chapeau por ellos, a ver si aprendemos y que no nos dè verguenza en ser alumnos de la vida a nosotros que nos creemos el ombligo del mundo.

Anónimo dijo...

Abundando en el parecer de los comentaristas anteriores, yo tambien pienso que estamos un poco sordos para oir segùn a quien.En civilizaciones màs atrasadas que la nuestra la opiniòn de los mayores es tenida muy en cuenta, pero en la nuestra pasa al contrario.A mi particularmente me importa poco si quien me aporta es mayor o no, lo que busco es un mayor conocimiento de las cosas y de la vida ,buhos la vejez no es contagiosa.

Obama dijo...

Curioso tema este que saca a colaciòn MaIk, el de la soledad,digo curioso porque para mi es un tema no resuelto del todo, si quieres no parecer raro, estar integrado, no ser señalado como rarillo, tienes que comulgar con la moda imperante en el màs amplio sentido de la palabra, modo de vestir, mp3, mòvil etc, si no lo haces asi estàs aislado incluso con diecisiete años, no hace falta que exista como nos dice en su exposiciòn barrera generacional, no, aislado por los tuyos.Lo que me lleva a pensar si no habrà una mano negra inmensa y poderosa que a nivel mundial nos marca el camino a seguir desde la cuna hasta el final, que nos permite algùn asueto si, pero que no admite desviaciones .En estas condiciones o te tiras la mayoria de convencionalismos a la espalda y tratas de vivir en compañia pero un poco como tu quieres o te apartan.

Angel dijo...

Todos los comentarios son acertados. Unos hablan de soledad ,otros de cambios de costumbres pero en definitiva todos o la gran mayoria nos damos cuenta de que nos hemos montado un sistema de vida que nos hace individualistas,sea por el lugar en que vivimos o sea por las nuevas tecnologias. Tendemos a satisfacer nuestro ego.
Yo estuve de jóven,hace ya 30 años,estudiando en Paris. Tenia que coger el metro al menos tres veces al día. En varias ocasiones sufri los empujones de la gente que entraba en avalancha en el vagón. Desde luego se escusaban pidiendo "pardon", pero esto se repetia una y otra vez , y me daba cuenta de que era una "coletilla", que lo decian sin sentirlo.Pude percibir que la gente de las grandes ciudades actúa mecanicamente, va deprisa a todas partes como robots.
Ahora vivo en una ciudad pequeña, y al menos aqui todavia nos conocemos y nos saludamos cordialmente.Pero las nuevas tecnologias han llegado hasta los lugares más recónditos y nos arrastran a un mundo cada vez menos
comunicativo personalmente dicho.
En nosotros está el querer cambiar.

Anónimo dijo...

Amén de que, como bien sabes, odio al profesor que dijo eso de que ayuda a la creatividad escoger un camino diferente cada día, te digo:

Una vez lo hice. Estaba en Alboraya con el coche. Me propuse hacer como el Mancebo decía (qué tiempos de inocencia): "voy a escoger otro camino diferente para llegar a casa". A ver cuánto aumenta mi creatividad. Eso me dije a mí mismo.

En vez de ir por la carretera habitual, intenté ir atravesando los caminos de huerta hasta que llegué a un punto donde se terminaba el camino y me obligaba a dar la vuelta entre cañas, herramientas y (lo más importante) acequia a ambos lados.

¿El resultado? Antes de conseguir dar la vuelta, ya se me había quedado la rueda en una acequia. No tenía dónde agarrarse y eso no me permitía salir de allí simplemente acelerando marcha atrás.

Tras cagarme en mi madre y en la suya cien veces, intenté buscar soluciones que no funcionaron.
Hasta que apareció un agricultor rumano que de español no tenía ni idea, pero que de sacar ruedas de acequias debía saber un huevo: sin decirme nada pilló unas maderas, las amontonó debajo de la rueda hasta que hizo contacto; apretó para asegurarse que el neumático agarraría y mi coche salió al instante.

Le di las gracias y él ni sonrió ni me dijo nada. Tampoco nos estrechamos la manos porque las mías estaban negras de la grasa y las suyas marrones de la tierra.


¿Mejoró mi creatividad?
Creatividad es buscar soluciones a problemas; pero el consejo de Mancebo sirve para buscar los problemas, no las soluciones.

Mi triste experiencia.

Un abrazo, Maik.
Un saludo, búhos (y perdonad que no haya leído vuestros comentarios).