jueves, 12 de marzo de 2009

Suerte, mucha suerte

Buenas noches Búhos!!!

¿Qué tal? Parece que ya vamos siendo una pequeña gran familia de búhos. Bueno bienvenidos a todos/as y esperemos que participeis de esta aventurilla.

Hoy, me corroboro, ¡sí! Lo digo, porque hace una semana hablaba de lo importante que es ir a clase porque puedes escuchar frases muy buenas. ¡Y se ha vuelto a repetir! ¡Sí! Una vez más se ve rentabilizado el esfuerzo de la asistencia diaria a clase con una gran frase que dice así:

Suerte..., ¡SUERTE PARA EL QUE LA NECESITE! (y punto)

Cuando el profesor pronunció esta gran frase, con eso tono suspicaz, (que no arrogante), yo, pensé, este hombre acaba de decir algo muy muy importante.

¿Por qué? Porque es cierto. Cada vez, las personas vamos madurando y encaminándonos a una autorrealización durante nuestra vida. Y durante este camino, muchas veces la fortuna se hace presente. Pero... realmente, eres tú, y sólo tú el dueño y señor de cada acto que se realiza.

Está claro que el azar, la suerte, etc. tiene una parte muy importante en nuestra existencia, pero... al fin y al cabo, todo depende de una solo persona, de ti mismo.

Esto me recuerda a un libro que leí no hace mucho tiempo que se llama: La buena suerte de Alex Rovira. En este libro (que no os voy a contar), se resume con algo parecido a: La suerte es para el que la busca y la trabaja.

Y yo pienso, cuando alguien dice la frase de: Suerte... ¡Suerte para el que la necesite! yo me digo, ¡qué bueno! ¡Claro que sí! No es por ser arrogante, pero piensas, oye, la suerte se trabaja y se consigue, porque la suerte no es más que el mejor fruto de una buena intención acompañada de un buen trabajo. Y lo demás, es azar. Dicen que la Fé mueve montañas, y no lo discuto. Pero solo el trabajo, la constancia, la tenacidad, la alegría y la templanza consiguen: la buena suerte.

¡Así que búhos! MUCHA SUERTE.

Y ahora os deseo un feliz fin de semana, unas felices fallas para los valencianos, ¡y pronto volvemos con otra interesante entrada!

Os dejo un regalito publicitario (Que ya hacía tiemp0)





Miguel Martí. eL descafeinado de meDia nochE

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no creo en la suerte como azar, si, por el contrario en la suerte como una idea que fijo en mi mente y me dedico a trabajarla con ilusiòn y fe, no es tan dificil. Cuando una idea nos atrae con fuerza, pensamos mucho en ella, nos ilusiona, la recreamos en nuestra mente, incluso llegamos a vivirla, hace que las dificultades no parezcan tan grandes y nuestra capacidad de solucionarlas se agranda, si yo empiezo el curso pensando que las dificultades que se van a presentar a lo largo del año van a ser sensiblemente mayores que mi capacidad, estoy abocado al fracaso màs sonoro.

Anónimo dijo...

Hola buhos, es este un tema controvertido, unos dicen que hay gente con suerte otros que no, yo creo que existe ,ya lo cre oque existe, en el saber popular existen mil y un dichos que hacen referencia al tema(la suerte no es para quien la busca sino para quien la encuentra etc, etc,) creo que son sandeces, la suerte como la salud, existe, pero hay que saber buscarla, cuidarla, y mimarla, tarde o temprano viene.Otra cosa es que por suerte solo entendamos que nos toca la bonoloto sin poner, eso ya es azar o mejor milagro y de ese tema si que sè que no se nada.Saludos

Anónimo dijo...

Estoy convencido que la suerte hay que trabajarsela, no tengo màs experiencia que la propia y las personas de mi alrededor y por eso lo digo.En mi vida ha habido rachas de buena estrella, pero honestamente me lo he currado, eso del adagio arabe, sientate a la puerta de tu cabaña y veràs pasar el cadaver de tu enemigo, ni creo que va conmigo ni vaya con nadie, el currele chicos es lo màs seguro`.

Alvaro B l a s c o dijo...

Es curioso lo que hoy me a pasado.
Es la primera vez que repito curso (2º de bachillerato, el año pasado fruto de una completa ignorancia e inmadurez me dedique como años atrás a vivir de la sopaboba, el mínimo esfuerzo... El año pasado, antes de acabar el curso, con la hostia del 2do boletin de notas, en vistas del nefasto final que me esperaba y cansado de “no hacer nada”, comencé mi gran huida. De la noche a la mañana decidí tomarme una temporada "sabática" y conocer la dura vida del currito. Una cosa llevo a la otra y cuando me quise dar cuenta estaba en Finsbury Park, un barrio situado al noroeste de Londres. Unos tres meses trabajando de kitchen porter (friegaplatos), un mes viviendo de las rentas con viaje a Irlanda incluido, vuelta a España y vuelta al cole, esta vez con distinta meta aunque siga siendo muy confusa.
Llevo dos semanas de insti, sin tomármelo nada en serio, y creo que hoy va a ser un antes y un después en mi vida estudiantil. Todo ha empezado con el primer examen, que se que voy a suspender y me alegro de ello puesto que a sido como si te hechasen un cubo de agua con hielos nada mas abrir los ojos a las 7:30 de la mañana que acaba con el letargo del largo verano.
Volvía a casa con la idea en la mente de un gran cambio, con la "suerte" de encontrarme de camino con dos boletos de la once del mismo día.
Después de una tarde de estudio y deambular por la web me tope con una pagina de tutoriales de matemáticas en la que alguien tubo la maravillosa idea de subir un manual de supervivencia para una carrera de ciencias en donde al leerla reafirme mi ganas de dar un giro de 180º a mi vida.
Dando vueltas por la cama sin poder dormir y dandole vueltas (valga la redundancia) a como a cambiado mi mentalidad para con el estudio he recordado los dos billetes de lotería, los he cogido, he abierto el portátil, “ONCE” en Google y antes de dar al subapartado Ultimo sorteo me ha venido a la mente la frase en cuestión, en este caso citada por una exprofesora de matemáticas en 4º de ESO, lo que nos reímos de la frasecita en su momento, y las vueltas que da la vida, antes de dar a Ultimo sorteo me e tomado unos minutos reflexionando sobre realmente queria que me tocase o no el premio, al final he acabado deseando que no me tocase nada, simplemente por el hecho de reafirmar que nada ni nadie me va a regalarme nada en la vida, que todo lo que me tenga que pasar, que tocar, que vivir; va a ser fruto de mis actos y que confiar en la suerte puede tener varios finales pero para mi cualquiera de ellos seria un “fracaso”. Por supuesto que no me a tocado nada, acto seguido he roto los billetes por la mitad y lo próximo que voy a hacer será escribir en una mitad: la suerte se consigue trabajando, y cito así a mi profesora.