viernes, 15 de mayo de 2009

Brindemos por la amistad

Hola búhos, ¡buenas noches... noches!

Sé que son horas totalmente fuera de lugar, pero aquí estoy. Por unos motivos, o por otros, acabo acostándome a estas horas de la madrugada, pero como nó, no podía fallar a mi cita con eL descafeinado.

Mirar. Hoy he estado cenando con mis amigos de la facultad. Esto, es algo que debería de ser habitual, pero por circunstacias, las cuales no voy a nombrar, convierten cada reunión de la clase en todo un acontecimiento.
No es por nada, pero durante estos 4 años de universidad, se ha creado un vínculo muy bueno entre los alumnos que formamos la clase de 4º de publicidad de ESIC Valencia.

Normalmente, durante estas cenas, se come, se canta, se ríe, se bebe un poquito y se disfruta mucho.
Sin incidir ni recalcar ninguna de las características que conforman estas reuniones, diré, que siempre me doy cuenta de la misma cosa.
Vereis:

Yo, vine a estudiar a Valencia hace ya 4 años. Vengo de un pueblo de Alicante que se llama Novelda, (y del cual me siento muy orgulloso). Intento ir a menudo, pero mi etapa universitaria tiene como nombre la capital del Turia, sin duda.
En ella, y durante este tiempo, he forjado una serie de amistades que forman un círculo de amistad reducido y a la vez, muy productivo. Productivo, ¿por qué?

Porque me permitió, y me permite contrastar la vida en todos los sentidos. Vivir, es conocer. Y conocer es sabiduría. De todo se aprende. Y de la gente se aprende mucho.
No sabéis la cantidad de cosas que puede aprender uno a lo largo de 4 años fuera de su casa. Es increíble. Pero sin duda, una llama más la atención que ninguna otra. Y es: Que todos los seres humanos, independientemente de que seamos, blancos, negros, amarillos, o mixtos, somos, IGUALES.

Sí, iguales. A ver... por favor, no lo toméis al pié de la letra. Cuando me refiero a iguales, me refiero a que en el fondo de nosotros, residen los mismos miedos, sueños, y objetivos que todos.
Unos los exteriorizan más que otros, y otros son más reservados que unos. Pero en definitiva, por mucho que tratemos de esconderlo, modificarlo, o maquillarlo, todos somos iguales.
Iguales en definitiva, me refiero a que no somos todo lo diferentes que aparentamos. Y esto, yo, por lo menos, lo he descubierto aquí, en Valencia.

Me siento orgulloso de haber conocido a extranjeros, a Valencianos, y a foráneos de otras comunidades, que como yo, vinieron inocentemente a estudiar aquí. Y se encontraron lo mismo que yo. Se encontraron con otra ingente cantidad de gente que sin saberlo, piensa, siente y demuestra los mismos sentimiento que los demás.

Aquí me he dado cuenta que da igual el idioma, la raza, el sexo o la religión, ¡qué mas da! Aquí he aprendido a que en el fondo, todos somos iguales. Todos somos humanos. Y todos, queremos lo mejor para nosotros.
La manera de conseguirlo, es lo que nos diferencia.

Comparto esto con vosotros, porque creía que de alguna manera, plantear mi pensamiento, puede dar que pensar a muchas personas que en otras circunstancias pueden sentir lo mismo. Yo lo he sentido así, en una simple cena. En una simple reunión.

El ser humano me sorprende. El ser humano es extraordinario.

¡¡¡Buenas noches!!!

Miguel Martí. eL descafeinado de meDia nochE

7 comentarios:

Manrique dijo...

Yo a eso lo llamaria Oda a la Amistad, si señor, sin màs preambulos ni tonterias,,Efectivamente Miguel todos o casi todos lo seres normales sentimos lsa mismas cosas, unos como bien dices las exteriorizamos otros no pero si nos damos un pellizco nos hacemos un moratòn(a los negros no se les notaria, pero lo sentirian igual, es broma).En tèrminos generales ese sentimiento de amistad subyace pero unos por temor otros por verguenza, les haria sentirse menos no se què, no lo manifiestan, a mi con la prudencia debida me ha ido francamente bien hasta ahora con mis amigos, es un sentimiento extraordinario, uno se dà cuenta que no està solo.

Anónimo dijo...

Para mi, la amistad como algo vivo y dinàmico, resulta tambien cambiante, me explico, de niño nuestros amigos son casi todo el parvulario, vamos creciendo y cosa curiosa va menguando el nùmero de amigos, asi llegamos a mayores, estudios, trabajo, van marcando otras relaciones mas pròximas que sin olvidar a las de antes hacen a estas màs cercanas, a casi todos pienso que nos ocurre que con el paso del tiempo, el filtro de la proximidad, laboral, aficiòn etc, hace que muy pocos amigos de la infancia lleguen a ser considerados como verdaderos amigos, no creo que haya que darle ninguna lectura de màs, es la evoluciòn de nuestra vida simplemente.

Anónimo dijo...

Siempre he contado con buenos amigos, tanto en el colegio,universidad, lugar de trabajo y residencia, evidentemente, unos se pierden por falta de contacto a la par que otros aparecen, pero algo està claro en mi vida, soy persona que necesita del contacto con la gente, me siento mejor, sin descuidar que tambien al otro trato siempre con honestidad servirle de ayuda.No concibo, salvo por algùn tipo de patologia las personas solitarias, incluso diria, no me merecen confianza.Saludos buhos

Anónimo dijo...

En cierta ocasiòn oi un dicho que a pesar del tiempo pasado creo conserva toda su vigencia, a los amigos se les quiere en ocasiones màs que a la familia porque se los elige uno, no vienen impuestos, cuando no convienen se dejan algo que no puedes hacer con tu familia..

Anónimo dijo...

Yo, en mi universidad también me he dado cuenta de eso. Incluso con compañeros que sólo son conocidos, con los que solo compartes clase y unas pocas palabras. Pero la gente marca mucho, los amigos, los conocidos, cualquiera. Y para ser feliz a ratos sólo hace falta pensar en esos cambios. =)

Hugo dijo...

Desgraciadamente muchos de nuestros mal llamados amigos no pasarian la prueba del algodòn, ni de coña vamos,todo funciona bien hasta que es necesaria una pequeña prueba, un pequeño esfuerzo entonces se acabò.Yo creia tener un verdadesro amigo hasta que tuvimos que convivir unos meses, aquello fue un infierno, hace dos años de eso y todavia pienso porque chorradas montaba unos numeros espectaculares, entonces empecè a darme cuenta que eso llamado amistad es algo distinto, la mayoria de las veces no llega ni a simple compañerismo con algùn rastro de educaciòn.

Antonio dijo...

Mi experiencia sobre el tema es muy corta pues se reduce a mi vida personal.No tengo lo que se dice grandes amigos, primero por estudios y despuès por trabajo he tenido bastante movilidad, hago buenos compañeros donde voy, no tengo problema alguno en relacionarme, pero ciñendome al tema no tengo ese amigo-os, pero bueno no me quejo hasta el momento he salido solo de mis apuros y espero continuar haciendolo.